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Keep going, keep trying!

Más que una técnica

Usted está leyendo este artículo que hemos escrito. Leer y escribir son formas de comunicarse. También lo son hablar y escuchar. Estas cuatro, son las formas básicas de comunicación. Dedicamos a la comunicación la mayor parte de nuestras horas de vigilia. Pasamos años aprendiendo a leer y escribir; años aprendiendo a hablar... ¿pero a escuchar?
¿Qué entrenamiento -o educación- nos permite escuchar
de tal modo que comprendamos (real y profundamente) a otro ser humano,
en los términos de su propio marco de referencia individual?

Son relativamente pocas las personas que han tenido algún entrenamiento en la escucha. Si usted quiere interactuar efectivamente con otra persona (su conyuge; su hijo; su vecino; su jefe; su colaborador; su amigo, etc.), lo primero que necesita es comprenderla. Y para hacerlo no basta con una "técnica". Si la otra persona siente que usted está empleando alguna técnica, percibirá duplicidad y manipulación. Se preguntará por qué lo hace, cuáles son sus motivos, y no se sentirá lo bastante segura como para abrirse.

La clave está en su carácter. Su carácter está constantemente "irradiando" y comunicando, con algo mucho más fuerte que las palabras: sus acciones, su ejemplo. Es su carácter quien -en definitiva- hace que las personas confíen o desconfíen de usted. De modo que, si quiere ser realmente efectivo en la comunicación interpersonal, la técnica no habrá de bastarle. Tiene que desarrollar una capacidad, basada en el carácter, que suscita apertura y confianza: la escucha empática.

Podríamos explicar la escucha empática diciendo: "Procure primero entender". La mayor parte de las personas no escucha con intención de entender, sino de contestar. ¿Por qué no comienza a practicar este tipo de comunicación? Cuando responda una pregunta (o cuando realice algún comentario, sugerencia, etc...), trate primero de entender a la otra persona. Revise lo que ella intentó decirle. No responda, hasta asegurarse de haber comprendido lo que le ha querido decir. Siga intentando comprenderla... y recién entonces conteste.

La comprensión es fundamental: si uno empieza por juzgar, nunca podrá comprender. Procurar primero entender es un principio correcto y perfectamente aplicable en todas las áreas de la vida, pero su mayor poder se pone de manifiesto en las relaciones inter-personales.

Trabajando sobre nuestra propia persona, podemos mejorar nuestra manera de comunicarnos. Son los cambios profundos en nuestro "ser", los que transforman nuestras acciones, generan confianza... y mejoran nuestras relaciones, actuales y futuras. Mucho más que una técnica!

Boletín enviado por Club de la Efectividad

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